La temperatura a la que se debe servir el vino es la temperatura consensuada entre todos a lo largo de los años en la cual el vino tinto se expresa con todo su potencial. Es un punto muy importante a tener en cuenta a la hora de disfrutar un vino y, sin embargo, en ocasiones no se le presta la debida atención.
En primer lugar vamos a destacar que es diferente la temperatura de conservación; cualquier vino tiene una temperatura de conservación que debe estar entre los 14º y 15º, y la temperatura de servicio. Ahí ya se complica algo más el tema. Vamos a tratar de darle solución 🙂
Podemos decir, por lo tanto, que no existe en concreto una temperatura en la que el vino tinto debe de ser servido, sino más bien una franja de temperatura. Entre otras cosas porque es prácticamente imposible que una botella de vino que sirves a una temperatura determinada se mantenga a esa misma temperatura durante toda la degustación. Es recomendable que lo sirvamos 2º o 3º grados por debajo de la franja de temperatura recomendada para que, una vez servido, se vaya aclimatando y alcance esta temperatura idónea con posterioridad.
El frío potencia la acidez y el tánico, por lo que si servimos el vino tinto a una temperatura baja será mucho más ácido y se notarán mucho más los taninos, pero disimulará en demasía los aromas.

A tener en cuenta también que el vino en la copa se calienta mucho más rápido que en botella. En 5 minutos si el lugar donde lo estamos consumiendo es cálido se puede calentar 2/3 grados perfectamente.
Dicen los franceses que el vino tinto hay que servirlo chambre, es decir, a la temperatura de la habitación donde lo consumes. Lo que ocurre es que un vino tinto lo puedes consumir en el interior o exterior en verano e invierno, por lo que la chambre es totalmente diferente.
Con todo lo anterior podemos establecer las siguientes pautas:
- Vinos tintos jóvenes. La temperatura de servicio idónea la establecemos en la franja de 12 – 15º
- Vinos tintos crianzas. La temperatura de servicio que se puede recomendar es entre 15 º y 16 º
- Vinos tintos reservas o gran reservas. Su temperatura de servicio para que expresen todos su matices estaría entre los 16º y 18º
A partir de 18º se realzan los defectos de los vinos tintos y la vaporización del alcohol, por lo que también hay que tener cuidado con este extremo, al igual que ocurre con el opuesto.

En momentos en los que se desea mantener el frescor del vino, como por ejemplo en verano, es habitual usar tanto cubiteras con cubitos y agua, como fundas térmicas. E incluso si el comedor es muy cálido también puede estar recomendado usarlo en otras épocas del año.
¿Es bueno meter las botellas de vino tinto en el congelador?
El congelador puede ser peligroso porque si nos excedemos las moléculas se van a desestructurar. Sin embargo se puede meter perfectamente 5, 10, 15 m en congelador para bajarle la temperatura a un vino que está excesivamente caliente en botella.

¿Se le debe poner hielo a una copa de vino?
Por norma general, no se debe. El vino es un producto acabado por lo que si le pones un cubito de hielo en la copa y comienza a mezclarse el agua con él ya estás creando otra cosa.
Si necesitas refrescar un vino de un modo urgente sí puede ser una buena práctica el refrescar la copa con dos o tres cubitos, echas el vino en ella y de forma inmediata lo sirves a otra copa sin ellos. El vino habrá bajado la temperatura en unos segundos.
¿Cómo podemos evitar que se caliente más rápido el vino?
Una de las mejores formas de evitar que el vino se caliente más rápido es cogiendo la copa por el fuste o por el pie, nunca por el cáliz, ya que el calor corporal de nuestras manos se trasladará rápidamente a la copa y de esta al vino.
Por supuesto todo lo anterior son recomendaciones generales. Cada uno es libre de servir y consumir el vino como más y mejor le guste.
Salut i vi!